EQUIDAD Y EXCELENCIA 

 

Las evaluaciones internacionales más relevantes señalan que los principios de equidad y calidad están íntimamente interrelacionados. 

 La UNESCO,  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, define la “equidad” como “El grado de justicia e imparcialidad del acceso a la educación y las posibilidades de educación ofrecidas a los niños, las niñas y los adultos y las adultas.” En la misma línea, el Diagnóstico del Sistema Educativo Vasco 2021 explica las características del sistema educativo equitativo: 

 “Un sistema educativo se considera equitativo cuando es capaz de atenuar las desigualdades socioeconómicas existentes en la población de tal forma que ofrezca a su alumnado una igualdad de oportunidades en el acceso a una educación de calidad y garantice que su rendimiento académico venga determinado por su esfuerzo y capacidad, independientemente de su país de origen, de su sexo, y de su contexto social, económico y cultural.” 

Por tanto, un sistema educativo equitativo tendrá en cuenta los desequilibrios sociales y diseñará intervenciones que eviten que estas situaciones condicionen o entorpezcan el itinerario educativo, adecuando las medidas correspondientes. 

En cuanto a la excelencia, de acuerdo con el Diagnóstico del Sistema Educativo Vasco 2021, el sistema educativo alcanzará el máximo nivel cuando se garantice el desarrollo integral de la persona. Dado que el desarrollo alcanzado depende de las capacidades individuales, “la verdadera excelencia se logra cuando la totalidad del alumnado alcanza el máximo desarrollo de sus capacidades personales, orientadas al logro de las competencias básicas previstas en el perfil de salida permitirá a cada niño, niña, alumno y alumna llegar tan lejos como su capacidad le permita, con la amplitud y profundidad con que es capaz”. 

En este marco de excelencia, es imprescindible el compromiso activo de toda la comunidad educativa ya que es responsabilidad de todos los miembros que la componen conseguir el éxito de toda la ciudadanía. Para ello, colaborarán los centros educativos, las familias, la administración educativa y la sociedad en su conjunto. En definitiva, un sistema educativo de calidad, centrado en la excelencia y la equidad, no sólo debe permitir la implicación de la comunidad educativa y del conjunto de la sociedad en general, sino que debe fomentarla. 

En este contexto participativo, el eje central de la transformación educativa es el centro educativo; un centro empoderado. Organización dedicada al aprendizaje y mejora continua de toda la comunidad educativa. En ese recorrido es clave el liderazgo compartido. Es decir, el centro, en el marco de su autonomía, construirá y consolidará cauces de colaboración con la comunidad educativa puesto que es la forma más eficaz de cumplir los compromisos contenidos en el Proyecto Educativo de Centro. 

Desde el Departamento de Educación, con una visión integral de la educación, adecuada a la ciudadanía vasca del siglo XXI, pretendemos avanzar en equidad y en la calidad del sistema educativo vasco hacia la excelencia, promoviendo la equidad. Debemos dar a nuestros hijos e hijas una educación basada en valores, que impulse la convivencia, la paz, la conciliación, la solidaridad, la igualdad de oportunidades, la tolerancia, el esfuerzo y la corresponsabilidad.” 

En este sentido, el currículo educativo de la Comunidad Autónoma de Euskadi, centrado en la calidad, la equidad y la excelencia, recoge los principios de los derechos de la infancia, la educación inclusiva, los objetivos de desarrollo sostenible (Agenda 2030), la perspectiva de igualdad de género y el desarrollo de la educación digital en la educación personalizada basada en competencias.