Educación Infantil

 

La Educación Infantil tiene como finalidad el desarrollo integral y armónico del niño en todas sus dimensiones: física, emocional, afectiva, social, cognitiva y artística. Para lograr este objetivo, la relación y colaboración con las familias se consideran elementos clave.

El desarrollo infantil presenta características propias, entre las que destaca su naturaleza global. En consecuencia, la etapa de Educación Infantil se organiza también de forma global, constituyendo el inicio del proceso de adquisición de las competencias clave. Estas competencias se desarrollan en tres ámbitos interrelacionados y complementarios:

  • 1. Área: Crecer en armonía

  • 2. Área: Conocer y explorar el entorno

  • 3. Área: Comunicación y expresión de la realidad

Los tres áreas son inseparables y complementarias entre sí; se desarrollan y regulan de manera progresiva, unificada y armoniosa.

Ámbito 1: crecer en armonía

Este ámbito se centra en el desarrollo personal y social del niño. El cuerpo constituye la base del desarrollo y del conocimiento de uno mismo. El niño inicia un proceso de descubrimiento y regulación de su propio cuerpo, movimientos y emociones, avanzando en la construcción del autoconcepto. Asimismo, desarrolla su capacidad de interacción social, estableciendo relaciones con iguales y adultos, e interiorizando modelos positivos de convivencia. A través de rutinas que respetan las necesidades individuales, se promueve el desarrollo de la autonomía personal y la adquisición de hábitos de vida saludables.

¿Qué es el Movimiento Autónomo?

Llamamos Movimiento Autónomo a la mirada que guía la implementación del Decreto 75/2023 en vigor en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Por lo tanto, no se trata de un proyecto o método cerrado, sino de una forma de vivir la Educación Infantil. Es una manera de hacer que pone a las personas en el centro. Este enfoque tiene como objetivo atender las necesidades del niño, su desarrollo personal, sus capacidades, su propio recorrido y el cuidado en su totalidad. 

 La(s) base(s) del Movimiento Autónomo: LAS PERSONAS

El Movimiento Autónomo pone en el centro a la(s) persona(s), y no se refiere únicamente al niño, sino también a los maestros y maestras, a las familias y a todas las personas que conforman la comunidad educativa. Cada persona tiene su propia identidad y vivencias, así como los códigos, valores y personalidad que de ellas se derivan.

  • En la etapa de Educación Infantil, el niño y la niña están en el centro. Desde su nacimiento, el niño y la niña son sujetos activos y se desarrollarán dentro de los cinco organizadores del desarrollo propuestos por Chokler (1988). Comprender su desarrollo de manera integral será una de las claves para una intervención educativa enriquecedora.

  • Los adultos tenemos una gran influencia en el desarrollo de los y las niñas. Con el objetivo de garantizar su bienestar y su máximo desarrollo, se asegurará una intervención docente de calidad: coherente, equilibrada, sensible y basada en el respeto.

  • El Decreto 75/2023 establece que la familia forma parte del desarrollo del niño y de la niña y, por lo tanto, debe tener un lugar y presencia en la escuela. En consecuencia, la relación y colaboración entre el profesorado y las familias será fundamental.

  • Al hablar de comunidad, nos referimos a la realidad educativa local: el niño, la niña, las familias, la escuela, el barrio, el pueblo, la comarca y el sistema organizado por la administración. Siendo así, la escuela deberá dar respuesta a la diversidad de realidades socioeconómicas, culturales, estilos de vida y creencias.

 Pilares y columnas del Movimiento Autónomo

El Movimiento Autónomo se construye sobre los principios básicos Decreto 75/2023. De entre estos principios, tres tienen una importancia especial (pilares), ya que garantizan que todos los demás (columnas) se puedan cumplir.

Estos son los pilares:

1. Inclusión: Garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad en una escuela inclusiva, ofreciendo oportunidades para que cada uno y un avance en su propio recorrido de desarrollo.

2. Seguridad afectiva: Ofrecer a los niños y niñas la posibilidad de establecer relaciones afectivas estables y de calidad con los adultos. Estas personas se convierten así, en figuras de apego, cuya influencia es decisiva en el desarrollo infantil. Corresponde al adulto diseñar, planificar y crear contextos de confianza y seguridad.

3.Autonomía en el desarrollo: El y la niña son por naturaleza personas activas, investigadoras y creativas. Para desarrollar su autonomía de forma significativa, cada niño y niña deberá trabajar sus propias tareas, responsabilidades y niveles de iniciativa a través del juego y la experimentación, enfrentándose a los retos cotidianos.

Columnas del Movimiento Autónomo:

4. El cuidado de la diversidad: Comienza con el reconocimiento, respeto y aceptación de la individualidad y características propias de cada niño y niña. Para garantizar la igualdad de oportunidades, se aplicarán los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), con el objetivo de asegurar la accesibilidad física, sensorial, cognitiva y emocional de todos los niños y las niñas.

5. Derecho a ser uno/a mismo/a: Según la Convención de los Derechos del Niño de la ONU (1989), los y las niñas tienen derecho a la libertad de expresión para comunicar sus necesidades, deseos, emociones, ideas, etc. Para ello, se les debe ofrecer la posibilidad de utilizar múltiples lenguajes.

6. Iniciativa: La creatividad y la innovación son claves para el desarrollo personal y la participación activa en la sociedad. En la escuela, se fomentarán la curiosidad, el interés, la iniciativa, la imaginación y las actitudes investigadoras y creativas mediante el juego y la experimentación.

7. Creatividad: Los procesos creativos generan nuevas ideas, nuevas conexiones entre ellas y nuevas soluciones a los problemas. Para lograrlo, se deben ofrecer espacios, recursos variados y tiempo para que cada niño y niña pueda expresar todos los lenguajes que lleva dentro.

8. Pensamiento crítico: Ofrecer la posibilidad de cuestionar las cosas, hacer preguntas, expresar opiniones, aportar ideas, tener y expresar argumentos, escuchar las opiniones de los demás, reflexionar y sacar conclusiones.

9. Sentido de pertenencia al grupo: Garantizar la seguridad física y emocional del niño y de la niña para que se sienta parte del grupo, que sienta que tiene un lugar y una presencia en él y en ella.

10. Participación en el grupo: Ser un miembro activo implica hacer y actuar. Si el niño o la niña se siente libre y seguro/a para participar, expresará sus ideas, hablará, jugará y disfrutará.

Última actualización, 17/06/2025

Ámbito 2: conocer y explorar el entorno

Este ámbito tiene como objetivo que el niño observe, explore y conozca el entorno físico y natural que le rodea. A través de experiencias con materiales y espacios diversos y enriquecedores, comienza a identificar propiedades, establecer relaciones entre elementos y dar los primeros pasos en el pensamiento lógico y científico. Simultáneamente, se fomenta el respeto por la naturaleza y la interiorización de actitudes sostenibles, favoreciendo una relación consciente y responsable con el medio.

Ámbito 3: comunicación y expresión de la realidad

Este ámbito promueve el desarrollo de la capacidad de comunicarse de manera eficaz, creativa y personal mediante distintos lenguajes: corporal, musical, plástico, oral y escrito. La experimentación con diversas formas de expresión resulta esencial para el desarrollo integral del niño. La literatura infantil desempeña un papel destacado, constituyendo una experiencia placentera y significativa que contribuye al desarrollo del lenguaje oral, la atención, la comprensión y la construcción de la identidad personal.

 Los 5 principios específicos que diferencian al Movimiento Autónomo de otras prácticas

El cuidado: la escuela debe garantizar el bienestar físico y emocional del niño/a Por ello, se responderá a sus necesidades, y la manera en que se atiendan será clave en su desarrollo. El cuidado del adulto proporcionará al niño/a protección y seguridad para avanzar y, poco a poco, desarrollará su autonomía. Además, la escuela también debe garantizar el cuidado de la familia. Las familias deben ser parte de la escuela y tener un lugar en la vida cotidiana del centro.

La estética: el Movimiento Autónomo cuenta con una estética específica. Los espacios y las intervenciones que se diseñen deben transmitir calma y seguridad al niño y a la niña, así como garantizar su actividad autónoma. También se cuidarán aspectos como la imagen que proyecta el profesorado, los espacios destinados a las familias y los espacios comunes.

El juego: el juego es una acción innata en el/la niño/a y, en consecuencia, está relacionado con todas las dimensiones de su desarrollo. A través del juego, el/la niño/a se conoce a sí mismo/a y también al entorno físico y social que le rodea. Por tanto, corresponde al adulto diseñar contextos y propuestas ajustadas al desarrollo del niño y de la niña.

Observación como base: la observación permite recoger información. Los espacios, materiales e intervenciones se planificarán, observarán y analizarán para facilitar el desarrollo del niño y de la niña, y se realizarán los ajustes necesarios según las necesidades detectadas. Se tomarán decisiones reflexionadas y conscientes, ofreciendo propuestas basadas en evidencias.

Intervención conjunta: el/la niño/a necesita la mirada, presencia e intervención sensible del adulto. El acompañamiento del adulto debe garantizar el bienestar físico y emocional de cada niño/a. Por lo tanto, se debe asegurar un estilo de intervención conjunta que brinde seguridad afectiva al niño y a la niña.

 ¿Cómo hacer posible el Movimiento Autónomo?

Para hacer posible el Movimiento Autónomo es imprescindible iniciar un proceso de reflexión. Esta reflexión se centrará en tres focos, todos importantes e inseparables: el espacio, la organización y los profesionales. A cada foco de reflexión se le denomina conjunto de capas.

Primer conjunto de capas: el espacio

Es esencial analizar y alinear el espacio ofrecido al niño y a la niña con las bases, pilares y principios definidos por el Movimiento Autónomo.

Al espacio se le denomina ecosistema por ser vivo y cambiante. A cada subespacio dentro de este ecosistema se le llama paisaje. Estos serán espacios cuidados, agradables y multifuncionales que posibiliten distintos paisajes, es decir, lugares donde vivir experiencias diversas y enriquecedoras.

El análisis del espacio se organiza en las siguientes capas:

  • 1. Primera capa: las paredes, techo, suelo, luz, olor...Se priorizan colores neutros, texturas suaves y luz natural, para transmitir calma y limpieza.

  • 2. Segunda capa: el mobiliario y su organización. Se priorizará mobiliario de materiales naturales y colores neutros. Se cuidará su disposición, evitando pegarlos a las paredes y esquinas.

  • 3. Tercera capa: los materiales. El material debe estar completo y en buenas condiciones. Se seleccionarán materiales que respondan a los distintos momentos del desarrollo.

  • 4. Cuarta capa: las personas. Son la base del Movimiento Autónomo y esenciales para llevar a cabo las decisiones tomadas.

Segundo conjunto de capas: la organización

Al igual que el espacio, es necesario revisar la organización escolar para posibilitar el Movimiento Autónomo. Esto implicará crear nuevas formas de hacer. Para esta revisión se identifican cuatro capas, todas relevantes.

Las decisiones organizativas deben reflejarse en los documentos escolares:

  • 1. Primera capa: el Movimiento Autónomo toma como fuente los documentos oficiales (Decreto, Órdenes...). Las decisiones adoptadas deben recogerse en los documentos escolares: Proyecto Educativo, Plan de Dirección, Proyecto Curricular, etc.

  • 2. Segunda capa: se deberán organizar momentos y espacios para la planificación del Movimiento Autónomo: reuniones de ciclo, reuniones de observación y devolución, claustros, sesiones de formación...

  • 3. Tercera capa: es necesario definir el procedimiento que explique de dónde, cómo y quién toma las decisiones.

  • 4. Cuarta capa: la clave estará en la implementación de las decisiones por parte de los profesionales.

Tercer conjunto de capas: los/as profesionales

El/la profesional que hace posible el Movimiento Autónomo se sumergirá en un proceso de transformación. Son muchos los factores que influyen en la intervención del profesorado, y tomar conciencia de ellos es muy importante:

  • 1. Primera capa: cada profesional tiene sus propios valores, cultura y creencias.

  • 2. Segunda capa: esta capa recoge las experiencias vividas como niño/a y adolescente.

  • 3. Tercera capa: la formación académica y el desarrollo profesional del docente también influyen.

  • 4. Cuarta capa: la posición que ocupa el/la profesional dentro del entorno laboral tendrá también su importancia.

 Análisis

En cualquier proceso educativo, realizar un análisis es imprescindible; para poder hacer los ajustes necesarios a lo largo del proceso y para que dicho proceso sea más eficaz, teniendo siempre como objetivo el bienestar del niño y de la niña y su máximo desarrollo.

A la hora de realizar el análisis, conviene diferenciar entre los siguientes dos conceptos:

Evaluación: el foco de la evaluación se centrará en la oferta y en la intervención. Se evaluarán los siguientes aspectos: los espacios, los materiales ofrecidos, la gestión del tiempo, la intervención de los y las profesionales... Para llevar a cabo la evaluación será importante acordar previamente unos criterios, redactar protocolos de intervención y tener definidos los procedimientos de evaluación.

Evolución del niño y de la niña: la evolución del niño y de la niña será observada con extrema atención. Todo lo que se le ofrece al niño y a la niña – los espacios, los materiales, las organizaciones, las intervenciones – tendrá una influencia directa en su desarrollo, en su evolución. El seguimiento del desarrollo se realizará a través de la observación sistemática.